Gracias al predominio visual de los grandes «bloques» o conjuntos de cuadros, Uribe logra construir, mediante seis núcleos severamente diseñados, un nuevo paisaje tridimensional de carácter museográfico, alterando la perspectiva y los itinerarios de miradas habitualmente convocadas por una pintura de «paisaje».
Tales controversias potencian la intervención como un acto de manipulación de obras, y como un cuestionamiento a los valores de «coherencia» y radicalismo doctrinario divulgados por las vanguardias geométricas del modernismo.
Entre dos luces, 2006
Instalación con obras del acervo
Museo Blanes
Fotografía: Rafael Lejtreger