El meteorólogo Núbel Cisneros es retratado en plano americano delante de un fondo neutro mientras relata el pronóstico del estado del tiempo. Pasados unos segundos advertimos que paulatinamente se desvía de la aséptica enumeración de los fenómenos atmosféricos hacia una descripción minuciosa y detallada de la pintura «Luna con dormilones», de José Cuneo. Mediante un «guion de hierro» se traza un paralelo entre el meteorólogo y el pintor al «plein air», explorando así las relaciones entre clima, lugar, espacio, tiempo, representación e intermediación.