Al ubicar las dos esculturas realizadas por Juan Luis y Nicanor Blanes (c. 1880) en la última balaustrada del Museo Blanes, se modifica la tradición cultural del edificio europeizante al generar un contraste vigoroso con las esculturas alegóricas femeninas pertenecientes al programa decorativo de éste. La resignificación no se produce solo por el cambio de contexto de los modelos escultóricos sino, principalmente, por la carga ideológica que porta la representación de éstos: el cacique Zapicán y su sobrino Abayubá. Así, las imágenes de los principales jefes charrúas dominan el panorama visual, vigilantes desde lo alto, revirtiendo simbólicamente el proceso de su exterminio.





Dos coronas, 2007
Intervención «site specific»
Medidas variables
Colección Museo Histórico Nacional

Fotografía: Valentina Bolatti