A mediados de 1928 Guillermo Laborde retrata a su amigo, el crítico Luis Eduardo Pombo, en una tela de gran formato, considerada, por su potente figuración y el audaz uso del color, uno de los mayores ejemplos de la pintura planista. «Croma VII» multiplica linealmente en el espacio —de la mano de la restauradora Mechtild Endhardt— cada uno de los colores presentes en la obra. Al eliminar la figuración, solo quedan materiales, formatos, soporte y color, reavivando así el viejo conflicto entre figuración y abstracción.





Croma VII, 2016-2018
[Guillermo Laborde, Retrato de Pombo]
Óleo sobre tela
17 piezas
169 x 110 cm c/u

Fotografía: Rafael Lejtreger

Retrato de Pombo, c. 1928
Guillermo Laborde
Óleo sobre tela
169 x 110 cm
N° Inventario: 3879
MNAV